La electrólisis es un proceso en el que se logran transformaciones químicas por medio de la circulación de corriente eléctrica continua, donde el reactor en el cual se desarrolla el proceso de producción del aluminio se conoce como celda o cuba de electrólisis.

En cada cuba pueden distinguirse cuatro elementos constitutivos bien diferenciados: los ánodos de carbón (polo positivo); el baño electrolítico, que es una mezcla de sales fundidas; el aluminio líquido (polo negativo) y el revestimiento con bloques de carbón. También se destacan la cobertura anódica, formada por alúmina o mezcla alúmina-baño que actúa como barrera térmica e impide la oxidación del carbón con el oxígeno del aire; el anillo criolítico que se forma sobre los laterales protegiendo el revestimiento de la corrosión del baño y actuando como regulador térmico del sistema; y las barras conductoras que permiten la circulación de corriente hacia las cubas siguientes.

El aluminio obtenido en cada celda de electrólisis se extrae por succión, utilizando para el transporte recipientes térmicamente aislados de 6 toneladas de capacidad. Estos recipientes se trasladan a las salas de fundición, donde comienza el proceso de solidificación.