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Dado que el vidrio ocupa la mayor superficie de la ventana, la incidencia que éste tiene en la performance de una ventana es muy significativa. Por eso resulta vital evaluar todos los aspectos técnicos para una correcta elección del tipo de vidrio y espesor, teniendo en cuenta las condicionantes como ubicación del vidrio en la obra, dimensiones del paño y, la aislación térmica y acústica requerida y la seguridad necesaria.

Eficiencia térmica.

En general, la aislación térmica del DVH duplica la del vidrio simple ya que contiene entre ambos vidrios aire deshidratado y encapsulado, reduciendo notoriamente la transmitancia térmica de las superficies vidriadas, y además el hecho de tener dos vidrios mejora el desempeño acústico de la ventana.

Sin embargo, en ciertas regiones o proyectos se requiere un mayor nivel de aislación térmica, situaciones para las cuales, existen varias opciones para reducir la trasmitancia térmica: aumentar el espesor de la cámara de aire o separación entre vidrios, reemplazar el aire de la cámara por gas Argón, utilizar vidrios de baja emisividad (LowE) o bien elegir un TVH (Triple vidriado Hermético).

Todos los sistemas de aberturas permiten la utilización de vidrio simple , laminado o Doble Vidriado Hermético y algunos sistemas permiten el uso de Triple Vidriado Hermético. La ruptura de Puente térmico sumado a la utilización de DVH o TVH logra las máximas calificaciones de eficiencia de acuerdo a la norma de etiquetado de ventanas.

Seguridad

Dentro de los vidrios seguros encontramos al vidrio templado y al vidrio laminado.

El vidrio templado  se fabrica a partir de una hoja de vidrio común ya cortada a medida, con sus bordes pulidos y con todas las perforaciones o entrantes necesarios para su colocación, que luego recibe un tratamiento térmico que mejora sus resistencia mecánica y térmica entre 4 y 5 veces, siendo mucho más resistente a los golpes y al choque térmico que el vidrio común

El   vidrio laminado es considerado el vidrio seguro por excelencia, ya que al romperse, los trozos de vidrio quedan adheridos a una interlámina de PVB (Polivinil de Butiral) de gran resistencia mecánica, muy difícil de atravesar. Al romperse mantiene la integridad del paño y las visuales, lo que hace que su aplicación sea prácticamente infinita, principalmente en aquellas zonas donde el vidrio da al vacío o en techos vidriados..  La interlámina de PVB, además, logra una mayor aislación acústica y filtra hasta el noventa y nueve porciento de los rayos Ultravioletas (UV), reduciendo la posibilidad de decoloración de los revestimientos, muebles y cortinados.